¡Ya llegó el verano!
Al grito unísono de “¡SOL Y PLAYITA!”, hordas de pendones de discoteca con pinta de gogós, chulitos de gimnasio de extrarradio que parecen pulirse la piel antes de salir de casa, perroflautas de pastel y gays paletos, se dirigen en masa a colonizar las costas que refrescan las provincias periféricas de todas las españas.
El pueblo está entusiasmado. Por fin podrá malgastar sus escasas vacaciones estivales permaneciendo tumbado decúbito supino sobre su toalla, buscando una postura cómoda e incubando melanomas a tutiplén.
Tras toda una jornada absorviendo los rayos de sol más perniciosos, el alegre veraneante podrá, a continuación, disfrutar de la insalubre sensación de suciedad que se lleva de recuerdo a casa y del siempre reconfortante picor genital. ¡Y qué gozo cuando se quita el bañador y comprueba que tiene arena hasta en la rabadilla!
Para acabar, el tanoréxico medio se ducha; comprueba cómo su coloración es cada vez más asimilable a la de un habitante de la República del Congo expuesto a radiación, o cómo su piel ha adoptado un tono rosáceo teutón, o, simplemente, cómo ha aparecido otro gracioso lunar en su torso... Y en ese momento comienza de nuevo el ciclo del sol y la playita.
En la próxima entrega de “Lo que me saca de mis casillas”: la gente que se infla a rayos UVA para aparecer bronceado en la playa el primer día.
Al grito unísono de “¡SOL Y PLAYITA!”, hordas de pendones de discoteca con pinta de gogós, chulitos de gimnasio de extrarradio que parecen pulirse la piel antes de salir de casa, perroflautas de pastel y gays paletos, se dirigen en masa a colonizar las costas que refrescan las provincias periféricas de todas las españas.
El pueblo está entusiasmado. Por fin podrá malgastar sus escasas vacaciones estivales permaneciendo tumbado decúbito supino sobre su toalla, buscando una postura cómoda e incubando melanomas a tutiplén.
Tras toda una jornada absorviendo los rayos de sol más perniciosos, el alegre veraneante podrá, a continuación, disfrutar de la insalubre sensación de suciedad que se lleva de recuerdo a casa y del siempre reconfortante picor genital. ¡Y qué gozo cuando se quita el bañador y comprueba que tiene arena hasta en la rabadilla!
Para acabar, el tanoréxico medio se ducha; comprueba cómo su coloración es cada vez más asimilable a la de un habitante de la República del Congo expuesto a radiación, o cómo su piel ha adoptado un tono rosáceo teutón, o, simplemente, cómo ha aparecido otro gracioso lunar en su torso... Y en ese momento comienza de nuevo el ciclo del sol y la playita.
En la próxima entrega de “Lo que me saca de mis casillas”: la gente que se infla a rayos UVA para aparecer bronceado en la playa el primer día.
Por lo cabreado que se te ve, tu debes ser por lo menos el tio que reparte los numeros para pillarse un cancer gratuito en la playa, normal que estes asi, con ese curro... si es que la gente no tiene educación oiga.
ResponderEliminarEstooo... ¿te has quedado sin vacaciones, verdad? Ainsss, jodía crisis.
ResponderEliminar¿Te salió mal la operación bikini?
ResponderEliminarEn vez de escribir tantas tonterías deberías probar el especialca. :-(
- ANÓNIMO #1: ¿Yo? ¿Cabreado?
ResponderEliminar- ANÓNIMO #2: No, no me he quedado sin vacaciones. De hecho, y no es por presumir, de vacaciones no ando escaso.
- ANTONIO: ¡Yo no necesito operación bikini! Tengo el mismo buen tipito durante todo el año.
Debes esforzarte un poco mas por tratar de ofender al maximo de colectivos posibles de una sola vez, pendones, chulitos, gays y perroflautas no me parece suficiente, seguro que las playas tambien estan llenas de parados escondiendose del trabajo, jubilados amargados... no se, pudiste dar mas color al paisaje... confundiendo una anorexica en su toalla con una raspa de sardina... ¿y los inmigrantes? ¡No he visto ni uno en tu playa!
ResponderEliminarInsisto, gente molesta con el mal gusto suficente como para ir a la playa hay mucha mas de la que nos quieres hacer creer, por eso no has sido portada del meneame, ¡por amarillista!
De acueeeeeeerdo. La próxima vez prometo esforzarme más y ofender a la mayor cantidad de colectivos posibles.
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