Esta mañana leía, sorprendido, en el terrible diario gratuito 20 Minutos que MetroValencia pretendía -¡por fin!- poner en marcha servicios de metro nocturno durante los fines de semana de verano.
Abrimos paréntesis: Para entender porque me ha extrañado la noticia es necesario conocer la peculiar red de transporte público de la ciudad de Valencia y el hecho de que, por ejemplo, los escasos y mal llamados buses nocturnos comienzan a circular a las once de la noche y dejan de hacerlo... ¡A las tres de la madrugada! Cerramos paréntesis.
La sorpresa no ha tardado en mutar a decepción cuando en el parte de Canal 9 han ampliado la información y han desvelado que los servicios del metro trasnochador durarían únicamente hasta la una y media y que, si el experimento resulta rentable, ya irán ampliando los horarios...
Bien. Señores de MetroValencia, ¿en qué planeta viven? A la una y media de la madrugada la gente está tomándose la primera copita en su pub habitual. A la una y media de la madrugada la película de la sesión golfa acaba de comenzar. Y a la una y media de la madrugada en las discotecas no está ni el traficante de cocaína.
Sí, ya sé que estos horarios nuestros son absurdos, que es intolerable que el pobre camello tenga que trasnochar tantísimo para ganarse cuatro perras, pero, de momento, son los que hay. Si se deciden a poner en marcha el metro nocturno (y a anunciarlo con la pompa habitual), ¡no lo hagan a medio gas!
¡Ah! Y ya se lo digo yo por adelantado, si se empeñan en mantener las estaciones sin trabajadores y sin ningún tipo de seguridad por las noches (como, por otro lado, ya hacen) no se va a atrever a coger el metro ni el niñato del susodicho.
Un abuelete facha y un preadolescente hostiable: El vivo retrato de la Valencia actual.
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